Nuestra cultura fue cambiando. Hace algunos años las
mujeres no formaban parte del mercado laboral, su trabajo estaba en la casa con
sus hijos. Hoy en día, las mujeres hemos ganado diferentes espacios, logrando
ser excelentes profesionales y técnicas. En contrapartida, hemos cedido el
lugar en el hogar. Las mamás actuales están fuera de su casa cerca de nueve
horas diarias, y algunas hasta más tiempo. La gran interrogante es cómo
congeniar el trabajo y su estrés agregado, con la vida doméstica y la crianza
de nuestros bebés.
La lactancia no es un tema menor. Las mamás y papás
queremos lo mejor para nuestros hijos, y está científicamente comprobado que la
leche materna es el mejor alimento para su desarrollo físico, mental y
emocional. Por esta razón, a pesar de tener largas jornadas de trabajo fuera de
nuestra casa, podemos buscar formas para extender la lactancia el mayor tiempo
posible. A continuación propongo algunas ideas que puedan ser de utilidad.
Recolectar frascos
de vidrio desde el embarazo
Este es el primer consejo que doy en los talleres de
parto. Hay cosas que podemos prever desde el embarazo, y ahorrarnos
dificultades a futuro. La conservación y almacenamiento son una clave
fundamental para extender la correcta lactancia materna a la hora de
reintegrarse al trabajo. Es mejor no esperar a último momento para ver dónde
guardar la leche extraída. Los expertos en el tema recomiendan utilizar frascos
de vidrio con tapa de plástico. Estos no son tan fáciles de conseguir, sobre
todo si vamos a utilizar varios al mismo tiempo.
Es importante considerar su tamaño. Para los freezer
estándar, los frascos grandes van a ocupar mucho lugar. A la hora de
descongelar, es conveniente sacar la leche que se vaya a utilizar en el
momento. Si descongelamos más de la cuenta, ésta hay que utilizarla en las
siguientes horas, sino hay que descartarla. Por estas razones, lo ideal son
tamaños pequeños o medianos, donde se puedan congelar cerca de 100 ml.
Comenzar a
extraerse leche luego de volver del hospital
A los 5 días promedio de nacido el bebé, se produce una
“bajada” fisiológica de la leche. Esto significa que la glándula mamaría
producirá mucha leche sin que la mamá tenga que estimularse demasiado. Por lo
general, las mujeres notan esta “bajada” porque sus mamas aumentan
considerablemente de tamaño, y sientes los pechos tensos y cargados de leche.
En este período se produce más leche de la que el bebé precisa. Luego de volver
a la casa del hospital, y cuando la primer adaptación se haya logrado, es
conveniente aprovechar que el cuerpo esta produciendo leche en gran cantidad
para comenzar a conservarla. Sin tomar esto como un “deber” más, ni que sea una
actividad estresante, cuando la mamá encuentre un tiempo para extraerse,
resulta útil para comenzar a conservar. Notará que la extracción será con
relativa facilidad.
Con el correr del tiempo, la producción de leche
disminuirá ajustándose a la demanda del bebé, por lo que si la mamá no se
acostumbró a la extracción, le puede resultar más difícil si tiene que
congeniarlo con el comienzo del trabajo.
Mantener
buenas prácticas de higiene y almacenamiento
Tanto en el hogar, como en el trabajo, se deben
mantener prácticas de higiene a la hora de extraer y manipular la leche
materna. El procedimiento básico es el lavado de manos y uñas. En caso de
utilizar un aparato para la extracción es importante informarse sobre su
correcta higiene. Algunos aparatos tienen pequeñas piezas que hay que aprender
cómo se mantienen limpios.
El pecho y la areola no deben lavarse
especialmente, la ducha diaria es suficiente. En la zona de la areola existen
unas glándulas pequeñas que se encargan de la lubricación, y segregan factores
antimicrobianos. Por esta razón es importante no pasar alcohol en gel ni jabón
directo en esa zona.
La leche de un mismo día se puede guardar en
el mismo recipiente. Puede suceder que una mamá no se extraiga grandes
cantidades de leche en cada intento, pero puede guardar lo que consiga sacar
cada vez, hasta obtener un recipiente. Siempre teniendo la precaución que no
haya más de 24 horas de diferencia en la extracción de la misma
Respecto a la conservación, según la Norma
Nacional de Lactancia Materna (2009) las referencias en nuestro país son las
siguientes: A temperatura ambiente (25°C), las cualidades de la leche se
mantendrán aceptables en un promedio máximo de 8 horas. En la heladera, se
podrá conservar durante 48 horas, teniendo la precaución de colocarla en el
fondo de la heladera. En un congelador (heladera de una sola puerta), se podrá
mantener durante 14 días, mientras que en el freezer será entre 3 y 6 meses (3 meses feezer de
heladera, 6 meses en el fondo de freezer horizontal).
Para descongelar la leche, puede realizarse a
baño maría, o bajo el chorro caliente de la canilla. También se puede
descongelar gradualmente, colocando el recipiente con leche en la heladera unas
cuantas horas previas al consumo. Lo importante es nunca usar fuego directo ni
microondas, ya que se desnaturalizan las proteínas.
Se debe recordar que:
·
La leche descongelada debe ser consumida dentro de las
primeras 24 horas.
·
No debe congelarse nuevamente
·
Se debe agitar para homogeneizar la grasa y la
temperatura
Negocia en tu
trabajo para tener un lugar apropiado para la extracción de leche. Anímate a
conversar tu situación y buscar la mejor solución para todos los involucrados.
La licencia maternal que establece la ley N.° 19.161 brinda 14
semanas de licencia, dependiendo del estado de salud de la mamá serán las
semanas que el médico determina que debe tomarse previo al parto. Una vez que
la mamá se reintegra al trabajo, tiene el beneficio de trabajar “medio horario”.
En casos especiales se puede realizar un trámite en INAU que extienda el plazo
del mismo.
Sin embargo, más allá de estos derechos que
debemos exigir que se cumplan, en mi experiencia, cuando la mujer plantea su
situación personal, y el deseo de extender la lactancia, en muchos lugares de
trabajo se busca la forma de apoyarla. Por ejemplo, el saber que un bebé
amamantado se enferma menos, impulsa a que los encargados prefieran que la
mujer encuentre la forma de continuar con la lactancia, al posible futuro
ausentismo laboral. Asimismo, una mujer feliz en su puerperio, es una empleada
más eficiente. Estos son algunos de los argumentos que podemos manejar como
mamás a la hora de presentar nuestro caso. El animarnos a negociar y conversar
puede llevarnos a gratas sorpresas. No con ánimo de complicar el trabajo, sino
de congeniar de la mejor forma posible, ambas situaciones. He conocido mamás a
las que se les ha permitido entrar unos minutos más tarde para poder amamantar
a su hijo tranquila en la mañana. Asimismo, empresas que han buscado la forma
de generar lugares propicios para la extracción de leche. Solo se requiere una
silla y un espacio privado, en donde la mujer no sea molestada. Si todas las
mujeres nos animamos a plantear nuestras necesidades respecto a la lactancia,
cada vez será más común y más fácil para las futuras mamás.
Aprovechar la
licencia maternal para disfrutar, estar con el bebé y estimular la producción
de leche materna.
El éxito en la lactancia no depende únicamente del
aspecto biológico. Una mujer puede tener todos los factores orgánicos para
producir leche adecuadamente, y sin embargo no lograr una lactancia exclusiva
ni exitosa. El aspecto emocional y el social cumplen un rol muy importante al
respecto. Cuando la mamá disfruta del momento, y comparte todo el tiempo
posible con su bebé, facilita a las hormonas encargadas de la producción y la
eyección de la leche materna. No siempre resulta simple disfrutar del
postparto. Se han escrito varios artículos y libros al respecto. Una mujer
acostumbrada a estar en actividad 12 horas en el día, con un importante nivel
de estrés, puede resultarle extraño estar todo el día con un bebé y tener que
bajar sus revoluciones al ritmo de un recién nacido. Concientizarse que la
licencia es un tiempo acotado, que el bebé necesita de nuestra presencia,
nuestros mimos y de la leche materna, ayudará a vivirlo con tranquilidad y disfrutando
cada momento.
Claudia López
Licenciada en Psicología
Consultora de Lactancia Materna Internacional
(IBCLC)
Educadora de Parto Lamaze (LCCE)
www.nacemama.com