De vacaciones con la beba.

En mi país estamos en lo que se llama “vacaciones de Julio” (o de invierno). Son dos semanas que no hay clases y los niños están todo el día en sus casas (claro que los padres siguen sus rutinas de trabajo, así que muchas veces son más complicadas que un verdadero descanso). En mí caso mi beba es chica, y mi esposo se pudo tomar dos días, así que pudimos disfrutar de un fin de semana largo en la hermosa Punta del Este.

Y en estas primeras vacaciones en familia aprendí algunas cosas:

Es fundamental ir a un lugar con ciertas comodidades. Nada de camping (a no ser que vayas en una de esas casas rodantes).

Hay que tener en cuenta que haya una cuna disponible (podés llevar una practicuna) o mucho mejor si el lugar al que vas te la puede dar (entre todos los bolsos que hay que cargar, mejor todo lo que se pueda evitar).

Fundamental el bañito. Cuando el bebe ya es grande no se puede bañar en la pileta, y muchas veces no hay bañera, así que este es otro elemento a pensar: ¿dónde puedo bañar al bebé?

Los remedios. El analgésico que te haya recetado el pediatra es crucial, nunca sabés con que te vas a encontrar. Mirá si es de madrugada y te encontrás lejos del hospital y no llevaste nada para bajarle la fiebre.

Mucha ropa. Los bebes ensucian!

Algo que yo no llevé y me hizo mucha falta: CORTAUÑAS. Ya le había cortado las uñas antes de irnos, pero resultó que unas crecieron más rápido y tuve que hacerme de algo para cortárselas. Volvió con algunos rasguños de más … pobrecita!

A ti se te ocurre algo más que haya que tener en cuenta a la hora de salir de vacaciones?